La taquilla se prepara para Halloween pero con cara de muerto

Estimados lectores,

Vamos cerrando el octubre y lo hacemos con cifras que pueden provocar la muerte a más de uno por susto. Llevamos semanas y semanas muy alejados de lo que se veía hace un año y hace dos también, no sólo es efecto de Ágora. Faltan miles y miles de espectadores, ¿dónde están? No lo sabemos pero en el cine no.

Por fortuna, en otros países las cosas van mejor así que al menos queda este consuelo. A continuación os dejo los informes de esta semana:

España

http://www.boxoffice.es/reports_spain/2010/muchos-estrenos-y-pocas-emociones/

USA

http://www.boxoffice.es/reports_usa/2010/el-terror-de-paranormal-logra-mas-de-40m/

De cara a este nuevo fin de semana, hay algo de esperanza a ver mejora en las cifras. La llegada de un film potente como Los Ojos de Julia, y un fin de semana largo siempre ayuda. Estas son las previsiones:

http://www.boxoffice.es/forecasts_spain/2010/los-ojos-de-belen-estan-puestos-en-la-taquilla/

Esta semana creo que es interesante señalar el paso de Ignasi Guardans por la dirección del ICAA. Hace apenas seis días que dejó su cargo, y ayer fue placentero leer su entrevista en el diario El Periódico de Cataluña. Guardans ha provocado un necesario terremoto a una industria que vive un cambio brutal, agudo y decisivo. Sin duda a algunos nos daba (y nos da) la sensación que poco a poco el modelo de hacer cine va a cambiar porque todo está cambiando.

Hasta hace muy poco el cine se hacia sin mirar adelante, a la gente que hacia cola a las salas. Ahora se empieza y se debe empezar porque hemos perdido a muchos espectadores por el camino, gracias a unos cuantos el cine español tiene una marca lamentable, un estigma que parece estar más cerca de una letra escarlata que de una denominación de origen.

Espero que las primeras piedras que han ido poniendo Guardans y su equipo hayan servido para asustar a unos cuantos y hacer reflexionar a otros tantos. Sólo con esto y el inicio de nuevos talentos de la producción parece que la esperanza no la debemos perder.

Un saludo
Pau Brunet